Está comprobado que la música que escuchamos afecta al ser humano de diferentes formas, y por lo tanto, puede llegar a modificar su estado de ánimo. Por ello, es común que muchas personas escuchen música para relajarse en momentos de mucho estrés; algo que podemos trasladar a nuestra aula de Educación Infantil.
Desde primera persona, he podido comprobar cómo ayuda utilizar música relajante después del recreo, por ejemplo, para que los niños bajen sus niveles de energía después de haber pasado media hora o más saltando y corriendo de un lado para otro. Esto se debe, a que la música relajante ayuda a reducir el estrés y el nivel de activación del cuerpo, aumenta el estado de ánimo, reduce el dolor, provoca sensación de bienestar, ayuda a meditar y a disminuir la actividad cerebral, ayuda a conciliar el sueño y a entrar en un estado de tranquilidad y serenidad, etc.
Para llevar a cabo esto en nuestras aulas, podemos utilizar diversos tipos de música relajante, desde melodías con letra pero con ritmo pausado, hasta relajaciones guiadas o melodías instrumentales. A continuación os dejamos algunos ejemplos.
Relajación guiada. Es una forma de relajación en la que una voz grabada va dando instrucciones sencillas a la persona que esta escuchando la grabación. En este caso, puede trasladarse al aula si disponemos de un espacio en donde los niños se puedan tumbar. También es aconsejable que no haya demasiada iluminación ni ruidos externos.
Melodía instrumental. Es una melodía en la que no aparecen voces. Puede ser una canción clásica, como la que aparece a continuación; o una melodía en la que simplemente el ritmo sea pausado y no haya letra para evitar distracciones.
Melodía pausada con letra. Es aquella que, a pesar de contener letra, tiene una melodía tranquila y serena que ayuda a relajar la mente.
Las dos últimas se pueden realizar en la clase estando los niños sentados en sus sillas, con los brazos cruzados y con la cabeza sobre estos. La poca iluminación y el silencio también son fundamentales.
¡Esperamos que os guste y que lo podáis llevar a la práctica con vuestros alumnos!
Laura Álvarez García
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